sábado, 2 de abril de 2011

Un primer poema para Sergio

El eco de tus gritos, ahuyentan el silencio. Tu mirada perdida entre un horizonte que no veo, algunas veces me entristece y otras me hace dudar, ¿Qué me estoy perdiendo?. ¿A qué miras tan perdido?. Me angustia que sufras. Que te pierdas lejano sin mi mano, sin mi sonrisa de regalo. Lloro sin que veas, que me angustia la idea, que tu sufras. Que tengas un dolor que no dices o que expreses algo y yo no entienda. Mientras te sorprende alguna imagen en los libros de colores o el baile que me inventó para entretenerte, tu mirada tan paciente, no pierdes ni un detalle. Y de nuevo, rompes el silencio. Ese que seguramente, vives internamente. Ese que no entiendes, detrás del cristal que nos separa de ti. Ese mismo, que dibuja en la noche, tu soledad amarga, tu frustración de no expresarte, tu anhelo de explicarnos, como se vive en tu mundo. Ver más allá de los sonidos, y escuchar más allá de las imágenes, tanto que aprender de ti. El eco de tus gritos, ahuyentan el silencio.

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