sábado, 24 de septiembre de 2011

Q.D.E.P Nichis Missy Luna Fuz

Escribo estas letras, con una tristeza, que casi todas las palabras le quedan vacías y vanas. Todo paso tan rápido, el timbre de la puerta, la mirada por la ventana divisaba el policía de la colonia. Una pregunta rápida entre mis adentros: y ahora, ¿Qué hizo sergio?. Abri con miedo, al presagio de las malas noticias y dije:

- ¿sí?

- su gato, es un gato anaranjadito con blanco.

-sí (ahora, con miedo que el gato hubiese hecho alguna travesura)

-lo recogí muerto hoy en la mañana, estaba debajo de ese carro de enfrente que mira allí (señalando un carro a unos 3 metros de mi casa).

Silencio. No puede ser, repetí y dije

- ¡No! ¿Cómo sabe que es mi gato? hay muchos gatos, que se le pueden parecer.

-Estuve tocando el timbre más temprano para que lo reconocieran. Y como no salian, avise a administración y lo tiramos. Y todos mencionarón que siempre lo miraban por esta área. Era uno como garfield ¿no? Le aviso, para que sepa y no esten buscandolo y reportandolo perdido.

- No puede ser. ¡Ese gato lo atropellaron!

-No tenia signos de que estuviera lastimado, para mí que fue bocado.

Como suelo ser tan expresiva, no puedo ni imaginar la cara que tenia, supongo que pase a tener esta cara, que tengo ahora.. llena de lágrimas y desdicha. Sólo hice silencio, mientras el policía explicaba que fue bocado. Y yo decia, que no. Que era otro gato. Que mi gato estaba bien. Al final dije gracias y cerre la puerta.

Entre y bajo mi mamá con un plomero que estaba haciendo un presupuesto de una fuga del baño. Y le dije, llorando:

-¡Nani!. Al gato lo encontraron muerto en la calle.

-¡no puede ser! ¿Cuándo?.

Mientras el plomero salia de la casa, bajando la cabeza al verme llorar.

Nichis Missy Luna Fuz, Nichis, como le decia. Era una gata, a quién recogí, cuando tenia a penas 3 meses de vida y parecía recién nacida. Era tan pequeña. Le empezamos a dar comida y leche. Y creció. No tanto, como estoy acostumbrada a ver crecer a mis gatos. Era tan inteligente y aunque ya era una vieja, todavía jugaba con cuanta pita se la daba. Siempre traía a la casa, algunas de los animales que cazaba como: pájaros, ranas o ratones. Tengo la leve sospecha que mato, media docena de pajaritos. 3 días antes de su muerte, su última presa un ratón. Debo admitir que, el hecho que me lo haya puesto en los pies, me hizo enojar mucho y gritar como loca cuando escuche el ¡crush! del primer bocado. Lo saque de la casa y le dije: ¡No vuelvas!. Y al día siguiente le dije, que lo sentía muchas veces, mientras le tocaba su cabeza. Ella era muy especial, cada vez, que la señalaba se acercaba con su nariz a tocarme el dedo. Y a veces, antes de dormir daba las vueltas como un perrito tras su cola. O a veces, jugabamos a que yo era su presa y corría tras de mí y yo tras de ella. Dormia en mi cuarto y nunca me esperaba cuando me desvelaba estudiando la maestría. Siempre la encontraba bien dormida y a veces, mientras dormía, hacia ruidos. No sé, si los gatos sueñan. Pero la mía soñaba. Lo que mas me duele, es no estar allí mientras sufría. Me hubiese gustado decirle, que la quería mucho y que no tema. Que no hay cielo de gatos, pero siempre vivirá aca en mi corazón. Que ella, siempre será una de las gatas más importantes en mi vida.

Tantas lágrimas que he derramado. Mi princesa, así le decía. Casi nunca me ronroneaba, pero un día, mientras ella acompañaba mi oración de la noche, le dije a JHS (mientras acarriciaba a mi gata). JHS, yo en verdad quiero a mi gata y lamento mucho si algunas veces, la hago sufrir, pero de todo corazón la amo. Y ese día, mi gata, me ronrroneo y dormirmos juntitas abrazadas...

jueves, 15 de septiembre de 2011

!Guatemala infeliz!

!Guatemala infeliz! que tus aras
profanaron los verdugos,
donde hay esclavos que laman el yugo
esperando que los tiranos,
ya no escupan tu faz.

!Guatemala infeliz!
Hoy tu suelo sagrado
manchado de sangre está.
Hoy, ayer y seguro mañana,
lo amenaza la invasión extranjera
ya no es libre, tu hermosa bandera
ya no llama, a vencer o a morir

!Guatemala infeliz!
Tus hijos, llevan duras y pesadas cadenas,
Ya no hay manos iracundas
que luchen por tu justicia,
por el indígena, la mujer o la tierra,
ya no hay honor que salvar.

!Guatemala infeliz!
espero, algún día ponerte
en un trono de amor,
aquel, que soñaron mis padres,
aquel, que se forja en la
justicia, en la memoria
y en la inclusión.

Seguidores