domingo, 27 de junio de 2010

Mi silencio.

Quisiera darte mi silencio,
Ese q habla del olvido,
se enjuaga en el pasado
y vive del presente.
A tu soledad,
es a la quiero,
darle,
mi silencio,
a la tristeza
de tus dias grises
de tus ojos cansados.
Ese silencio solemne,
de sonrisa franca
y manos dispuestas...
q nada tiene de hondo
de llano o amargado.
Ese silencio, q grita!
que lucha tras la injusticia
q muere como soldado
tras justa causa.
ese,
es el q te regalo.

sábado, 19 de junio de 2010

Cuando me enamoro...

(cuento inspirado en la cancion, cuando me enamoro de Juan Luis Guerra y Enrique iglesias)

Tengo miedo, empieza el relato. Mientras el locutor hace una pausa y describe el lugar de los hechos. Es una pequeña casita de lámina, en el asentamiento 30 de junio, zona 6. pedazos de platos en el suelo de tierra. una olla de frijoles a la mitad y una bolsa de pan en la mesa. llora una mujer en la puerta, mientras vuelve a decir: tengo miedo. Y mira las estrellas. Esas que le recuerdan, la primera vez cuando vio a Alvaro. Y se detuvo el tiempo y le vino, el alma al cuerpo. Ese que ahora tiene hecho pedazos de la golpiza que le dio. Mientras ve pasar, una panel blanca, con una muchacha de grandes ojos cafes, cantando: "pero por dentro, entiende que no puedo, que a veces, me pierdo... cuando me enamoro, a veces desespero" y el locutor, como si perdiese de vista a la mujer, sigue a la chica de la panel, mientras la luna, tambien observa. Ella se detiene en una tienda y pide pan. le despacha un señor algo anciano, muy mayor. Parece salido de la caricatura Mister Magus. Es de corta estatura y usa grandes anteojos. Ella pide 2 quetzales de pan, mientras tararea la cancion en su cabeza. El locutor observa más allá de la tienda pobre y mira una cama, donde yace una mujer mayor. La chica se va, y el locutor se queda. El anciano regresa a donde yace la mujer y le toma la mano. Mientras piensa, en como bajarle alguna estrella en el cielo, a la mujer, que huele a agonía y desesperación. El anciano, recuerda, como le rogo a una chica de su juventud, ser su esposa. Es la misma, mano que lo acaricio tantas veces, que le preparó, siempre los frijolitos calientes, es la misma, que acaba de quedar sin vida.

domingo, 13 de junio de 2010

Juan Luis

Que podré escribir, de ti. Amigo, Juan Luis. Si cuando hablamos de libertad, tu mirada de niño se torna altiva y segura. Si cuando hablamos de poesía, te maravillas y sonríes. Tu mi musa, tu el sendero que lleva el viento, ese día caluroso, al sembrador cansado; al marginado al final de su ardua jornada. Tu, el sol, que despierta a los arados y le da vida a las mariposas. Juan Luis, que pequeño es el mundo, visto desde tus ojos, que grande es, visto desde tus manos, pero en definitiva, me gusta más, verlo desde tu boca. Esa que dibujo a mi antojo, con el lápiz de Córtazar y la melodía de Delgadillo...

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