Hoy llueve en mi tierra, como aquel día hace 55 años, donde en lugar de agua, otro tipo de bombardeo sonaba en la lámina, en los techos de cartón.
En mi tierra de añil y cochinilla, de cafe y banano; un sueño roto yace en el camino de las nubes, en las turbinas de un avión. Sangre en tierra, mujeres violadas y un gobierno ultrajado dólido y roto, en medio de su revolución, que como hoy, la codicia toma su nabaja, cortando en fina capa todo a la mitad, volviendola una nada, una memoria borrada, dice el agricultor.
Las armas mercenarías, llegaron a civiles, por un águila en vuelo en medio de las casas, causa miedo entre las madres y pesadillas a los hijos. El dragón del obscurantismo suelto en tierra, oprime a su paso, dejando en la hoguera, la justicia, la libertad y todo lo bueno que impulsa la humanidad hacia el futuro. Y que futuro!, es el que nos esperó y nos espera. Con amargo dolor, todo se perdió; la conquista, tantas lágrimas y anhelos, le llamaron revolución; todo para nada!. No ha quedado nada. Nada!. Ese Octubre se pierde en el noviembre gris, que no paso a diciembre, ni pensar en enero... una revolución en tierra ahogada y hundida, ya nadie te defiende.. espero hacerlo un día yo.
1 comentario:
Triste pero cierto, y de esa manera se desvaneces los sueños de los desposeidos, de los sintierra, de los que han sido desplazados por usurpadores... y viene una etapa de tinieblas, que hasta nuestros días, parece aún no amanecer.
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