Esa solución salina,
que llaman lágrimas,
caen y caen,
tratando de mitigar
algo inmitigable,
es mi soledad amarga,
la que se expande
No hay marcha atrás
es irremediable
y no es un amor,
es la vida misma
es el destino amargo
es mi soledad concurrida
entre demonios y fantasmas
llenando de amargura
esto que llamo vida
No hay comentarios:
Publicar un comentario